Crítica doble a The Imitation Game: La fórmula de los Oscars




A – Menos mal que no la cogió Marvel, esta historia es la de el superhéroe más importante que ha nacido en la tierra, llamadme exagerado si os apetece, si no también. Filósofo, matemático, físico, inventor, y gay, no estoy hablando de Jorge Javier Vázquez, estoy hablando de Alan Turing, protagonizado por Sherlock Holmes, digo… Benedict Cumberbacht. Enigmático hasta las trancas, con su típico síndrome de Asperger y su carácter asocial, pero en esta película se ha de decir que la avaricia rompe el saco, se pasan de rarito… Lo poco gusta, lo mucho cansa.

P -  Nominada para los Oscars, alabada por todos. Esta señoras y señores, es la película más Hollywoodiense del año. Pero no es por ello mala, no me malinterpretéis. De hecho, a pesar de ser la película más Hollywoodiense del año, probablemente también sea de las mejores películas de Hollywood del año. Aunque eso tampoco sea decir tanto, supongo. No, no es una obra maestra, es una buena película, con una buena dirección, un buen guión y una actuación principal acojonante. Es muy correcta, pero nada arriesgada.

A - ¿Quien no arriesga…gana? Diría que no era así, pero me da igual, Cumberbatch realiza una interpretación sin igual, con su merecida nominación a la estatuilla. No debe ser fácil encasillarte en encarnar a genios sin amigos, en este caso (paso a aclarar el efusivo comienzo de esta crítica) a el superhéroe más importante de, al menos, nuestros tiempos, ya que interpreta a el precursor de la informática moderna, gracias a ese hombre yo puedo escribir esto sin una pluma, y gracias a ese hombre TÚ puedes leer lo que escribo…

P -  Un gran chaval ese Turing, de eso no me cabe duda. Y una interpretación a la altura de ese personaje histórico, de eso no me cabe duda, vaya talento. Sin embargo lo que igual no está a la altura de Turing es el personaje que es representado en la película. Un personaje que no es un personaje, al igual que el resto del guión, es pura fórmula. Más que un personaje único y bien tratado, resulta un personaje mil veces visto ya en el cine, pero con una nueva cara, que parece un Sheldon serio, pero que no se salva de parecer una mera caricatura (no, no es por la enfermedad, obviamente las cosas son como son, pero aquí, precisamente, veo esa enfermedad como si estuviera simplificada).


A - Es obvio, y por eso mismo van a por todas en los Oscars… Pero bueno, como has dicho antes, es una buena película, no te aburrirás ya que, tiene la historia de amor más extraña de la Segunda Guerra Mundial, el trabajo peor pagado y más importante de toda la historia contemporánea, en fin, son cosas que no pueden salir mal, supongo. Lo que le hubiera pedido, lo que le falta a esta película, bajo mi punto de vista, para ser una gran película, es un mejor final, que se hubieran centrado más en la trayectoria del personaje y no en la grandilocuencia del bando aliado… Me hubiera hecho feliz que hubieran prescindido de esas letras explicando el futuro de los personajes… Menos letra y más acción.

P - Bueno, la verdad a mí tampoco me molesta eso que dices, la película muestra lo que quiere mostrar porque es la historia que quiere tratar, eso ya es más personal, supongo. Bueno, como bien hemos dicho, no es una mala película, es una buena película (ojalá la mitad del cine de Hollywood fuera así), pero es demasiado parada, el nórdico director se las apaña para mostrarlo todo de la mejor manera que se podría mostrar respecto el umbral público/críticos y su guión sigue la fórmula perfecta para gustar a la gente normal y para ganar Oscars, una historia vista casi escena por escena en situaciones diferentes, pero puramente tópica igualmente, con una línea narrativa tan sencilla y Hollywoodiense como cualquier otra película, con la diferencia de estar mejor escrita (tiene diálogos bastante potentes de vez en cuando) y todo embadurnado por una especie de espíritu patriótico/humanista que le ha proporcionado el éxito.